Mes: enero 2021

El Atlético no cede en la tabla, sigue líder y en el equipo de Simeone el grupo está por encima de las individualidades. Pero hay algunos nombres importantes que están aportando goles al conjunto madrileño, entre ellos Marcos Llorente y Luis Suárez. Llama la atención que dos exjugadores de los dos rivales directos del Atlético en la lucha por el campeonato son los que lideran al conjunto del Cholo. Los regalos de Real Madrid y Barcelona los ha aprovechado a la perfección el Atlético.

Marcos Llorente llegó la pasada temporada al Atlético. El club rojiblanco desembolsó 40 millones de euros por el centrocampista, uno de los descartes de la entidad merengue. Cuajó una primera parte de ejercicio bastante discreta, pero se destapó tras el encuentro del 11 de marzo del año pasado en Liverpool, donde marcó dos goles. La pasada temporada jugó 39 encuentros, marcó cinco goles, tres en LaLiga y dos en Champions. Y dio cinco asistencias, cuatro en el campeonato liguero y uno en Champions.

El final del ejercicio pasado destapó a un Llorente mortal en labores ofensivas, bien como interior derecho o como segundo delantero. El Cholo le probó en ataque y el madrileño respondió. Su velocidad y desborde le dio muchas alegrías al equipo rojiblanco. Esta temporada ha jugado 21 partidos y ya es el segundo goleador en LaLiga, donde lleva seis tantos. Ha marcado otro en Champions. En total ha contabilizado siete goles. Y dado tres asistencias, dos en el torneo liguero y una en el torneo continental.

El caso de Luis Suárez también es llamativo. El Barcelona dejó libre al delantero uruguayo, quien se siente cómodo en el Atlético. Fuera del área no se está mostrando como un jugador determinante pero sí dentro del área. Lleva nueve goles, todos en LaLiga, donde ya ha marcado dos dobletes, ante Granada y Elche. Llegó gratis al Atlético, quien debe pagar dos millones en variables por temporada si el equipo madrileño se mete en cuartos de final de la Champions. El Barcelona, en el momento de hacer oficial el fichaje por la entidad del Wanda Metropolitano, habló de que el Atlético pagaría seis millones en variables. De una manera u de otra, una ganga para la entidad rojiblanca.

En el Atlético están encantados con Luis Suárez. En el vestuario rojiblanco saben que los títulos se ganan manteniendo una gran fortaleza defensiva y marcando goles decisivos. El Atlético no encaja atrás y arriba tiene a Luis Suárez. Partido a partido el Atlético muestra números de campeón.

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La confianza en Javi Gracia se está agotando en el Valencia. Tras el empate contra el Cádiz, que fue el equipo que mereció la victoria en Mestalla, la continuidad del entrenador navarro se ha puesto en entredicho. En Valencia se está pendiente de la decisión que tome en Singapur Peter Lim, con voces en el seno del club que dudan de la permanencia en el banquillo de Gracia, que suma nueve jornadas sin lograr la victoria y que tiene al Valencia con 16 puntos, los mismos que el Elche, equipo que cierra la zona de descenso, aunque los ilicitanos con dos partidos menos.

El discurso que se daba en las últimas semanas desde la cúpula blanquinegra era de refuerzo a la figura de Gracia. Anil Murthy así se lo transmitió en primer persona hace dos semanas en una reunión en Paterna. Inclusive entonces se le indicó que llegarían refuerzos en el mercado invernal, asignatura pendiente en verano. A Gracia se le quería hacer partícipe de ello y se entendía que había una deuda moral con el técnico para reforzarle una plantilla que en verano se deshizo. Pero Gracia, en sala de prensa, puso en cuarentena tal intención y ahora lo que hay que poner en cuarentena es su continuidad.

El Valencia contempla otras opciones en el banquillo porque la situación es preocupante y el navarro no encuentra soluciones entre lo que tiene a su disposición. El calendario presenta dos partidos cruciales para el Valencia en términos de clasificación (Real Valladolid y Osasuna) y la cúpula che duda si con Gracia se sacarán adelante, un entrenador que en octubre puso su cargo a disposición del club y si no se fue es porque el Valencia no se le aceptó y le reclamó tres millones de euros en caso de rescisión. Desde entonces la implicación de Gracia ha sido con el vestuario pero no con el proyecto y los resultados han deteriodado la imagen de clavo ardiendo del valencianismo que tenía tras su llegada en verano.